Consagración de la Iglesia
En Octubre de 1.996, se produce la Consagración de la
Iglesia Parroquial Santa María Nuestra Señora.
Para este acto, se publicó la liturgia de la consagración de la misma, y en ella, se
incluye una carta del actual párroco Don Esteban Santos Peña, que transcribimos aquí
íntegramente.
"Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo". ps. 117.24
Significativa y memorable es esta fecha para nuestra Parroquia de Santa María Nuestra Señora.
Siglos de historia la contemplan. Cuando Pablo Tarso, nuestro evangelizador, padre en la
fe y patrono, siembra la semilla evangélica an la Astigi romana, pone los cimientos de las primeras
comunidades cristianas de entonces y futuras parroquias de ahora. Eran los días de los
santos ecijanos Probo, Crespín, Pedro Mártir, Wistremundo, que preparan la época dorada
del obispado astigitano con la figura ingente de San Fulgencio. Ya por entonces
existirían algunas de nuestras actuales collaciones.
Es en 1240, cuando al conquistar la musulmana Medina Alcotón, San Fernando dá a esta Parroquia el dulce nombre de Santa María de la Asunción, que perdura hasta hoy.
Sus muros son testigos de la cálida palabra y de no pocos hechos admirables de santos y sabios ministros del Señor.
Reliquia insigne, conservada con respeto en esta Iglesia, es el púlpito en el que predicaron entre otros, San Vicente Ferrer, San Juan de Avila y el Beato Diego José de Cádiz. Desde esta cátedra sagrada San Vicente Ferrer hace el milagro de la conversión de la judía, a quien resucita después de morir aplastada por la puerta principal del Templo. En sus confesionarios el Santo Maestro San Juan de Avila dirige sabiamente a las almas y gana para el cielo a aquella mujer Dña. Sancha Carrillo, muerta en olor de Santidad y a quien dedica su obra AUDI FILIA.
Nota entrañable y singular es el poder contar esta Parroquia entre sus acólitos-seises al ecijano, Beato Francisco Díaz, dominico y mártir, beatificado por León XIII en 1893.
En Octubre de 1864 el Rvdo. Don José Grass y Granollers,
a la sazón preceptor de los hijos de los Marqueses de Peñaflor y Fundador de las Hijas
de Cristo Rey, hoy venerable siervo de Dios, celebra en esta Iglesia de Santa María el
primer Culto público, que se dedicó en toda la Cristiandad a la Realeza de Cristo Rey.
Sería prolijo enumerar los muchos y santos sacerdotes
que han hecho de este recinto parroquial un centro de devoción, apostolado y cúmulo de
obras de arte en pintura, orfebrería, vestuarios y esculturas.
Este Templo, Casa de Dios y Puerta del Cielo va a ser ennoblecido con la máxima distinción que la liturgia concede a un templo: su Dedicación y Consagración.
Conscientes de cuanto esto significa para la Parroquia y para la noble Ciudad de Ecija, queremos levantar nuestro corazón agradecido a DIOS, Padre de todos los dones, a nuestro querido y respetado Sr. Arzobispo y a cuantos han colaborado en la Restauración del templo, significándoles nuestra más sentida gratitud y agradecimiento.
Esperamos y deseamos que María, Asunta al Cielo, Madre, Señora, Titular de esta Collación y Autora Principal de cuanto se ha hecho, siga amparándonos y sirviéndose de su Templo para dar frutos de santidad y apostolado y nos prepare para llevar a cabo la Nueva Evangelización y el comienzo del Tercer Milenio de la Iglesia.
Ecija, Sábado 26 de Octubre de 1996
El Párroco
Esteban Santos Peña.